Cuando me muera,
acércame a la ventana
y súbeme a la palmera
que vea el vaivén de la marea,
que oiga su melodía eterna,
que me vista su plateada
espuma en la noche negra.
Cuando me muera.
no silencies al pájaro
que le canta al amanecer,
que no sabe de amarguras,
no conoce a la tristeza.
Cuando me muera,
las cortinas no me cierres
que el sol maquille mi rostro
camino de la vereda,
que me lleve al horizonte
y las puestas de sol yo vea.
Cuando me muera…
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